Según los diferentes autores más destacados en la difusión del mindfulness, empezando por el mismo Dr. Jon Kabat-Zinn, para la buena práctica, deben tenerse en cuenta algunas aptitudes a desarrollar en el transcurso de la misma. En la lámina de más abajo enumeramos las más importantes.
Por ejemplo, la aceptación del momento presente, vivido con atención plena, voluntaria, es fundamental. Eso significa salir del piloto automático de la mente y prestar atención al aquí y ahora, sin juzgar, sin críticas, con aceptación de lo que está sucediendo en este momento.
Erradicar los juicios de la mente, las comparaciones, las etiquetas que con la mente imponemos a las cosas que nos suceden en el día a día.
No nos identifiquemos con los pensamientos. Nosotros no somos los pensamientos. Los pensamientos sin elementos de la mente, pero no sin la realidad exacta, sino u un va visión subjetiva de la realidad que vemos o percibimos.
Es importante tener paciencia en la práctica y perseverancia, confianza en uno mismo. No importa que vayamos dando pasitos pequeños cada día, lo importante es no detenerse, seguir, tener progreso por más simple que sea. De a poco iremos recorriendo el camino que nos fijemos.
El no apegarse demasiado a lo externo o a ideas o conceptos previos de la vida también es importante, el poder soltar, progresar. Cada etapa tiene su tiempo, no debemos aferrarnos o anclarnos a situaciones que no nos dejen evolucionar.
Desarrollar la empatía y la compasión con los otros y con nosotros mismos es importante y nos ayuda a estabilizar nuestro mundo emocional de a poco. No ser hipercriticos es algo necesario, no culparnos por todo y ser un poco más afectivos con nosotros y con los demás.
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