Algunas veces y con total curiosidad me hago esta pregunta como se la hacen muchísimos profesionales de las ciencias de la salud, acerca de si el Mindfulness es realmente efectivo para todos los seres humanos, y en que circunstancias puede servir más efectivamente.
Si nos basamos en que el sufrimiento es inherente al ser humano, no obligatorio pero si presente, de que el ser humano parece ser el único ser con capacidad de darse cuenta, de observarse y replantearse a si mismo, de tener esa capacidad de meta-cognición y de que la evidencia científica actual demuestra que la practica sostenida de mindfulness mejora el bienestar psicológico, estabiliza emociones, reduce la ansiedad, aumenta la capacidad de atención voluntaria, el estar presente, la compasión y empatía, hasta produce cambios anatomo-fisiológicos en el sistema nervioso central… entonces debemos concluir que mindfulness es beneficioso para cualquier ser humano en teoría.
Y ciertamente es así. El mindfulness es beneficioso para la gran mayoría de los problemas relacionados al estrés, algunos trastornos de personalidad, la depresión, las adicciones, y hasta puede utilizarse en poblaciones sin problemas específicos de salud y también en niños y adolescentes.

La aplicación de mindfulness también cambia el entorno educativo, mejorando la capacidad de aprendizaje, la relación entre profesores o maestros y alumnos, se aplica perfectamente a un mejor rendimiento en grupos y empresas y hasta tiene absolutos beneficios en mejorar la relación terapeuta paciente y medico paciente.
Todas estas ultimas son producto de lo que se denomina mindfulness inter-personal, que se basa en que una relación de cualquier tipo entre dos o mas personas puede enmarcarse en un vinculo con una actitud mindful bilateral o si es en grupo, multilateral. Esta situación enriquece la experiencia del vinculo favoreciendo la relación y los productos derivados de la misma.
Pero de los estudios, investigaciones, casuísticas, etc, a la practica diaria, hay un trecho, ya que cada uno de nosotros somos diferentes. Por lo cual no todas las personas pueden llevar adelante la practica del mindfulness que exige un compromiso importante no solo con el aquí y ahora, sino con la capacidad de darse cuenta de que me está ocurriendo.
El aprender a tener más paciencia, intentar no juzgar o criticar, mantener un actitud exploratoria (mente de principiante), sin esforzarse, desapegarse y soltar objetos mentales, emocionales y/o materiales, aceptar el momento a momento tal cual se presenta y mejorar la capacidad de perdón y compasión (con uno y los demás) no son aptitudes que se consiguen de la noche a la mañana.
Y es ahí, donde personalmente creo, que a muchas personas les cuesta desarrollar y sostener estas aptitudes, porque las traiciona la ansiedad y el poner expectativas en el mindfulness o su practica. Siguen sin desengancharse del modo hacer / decir/ tener, en vez de ir cultivando el modo ser cada vez más.
Esto es como cuando me recomiendan un espectáculo y me lo pintan como de excelencia, entonces voy con muy altas expectativas y según el caso y la persona, sale frustrado del mismo. ¿El espectáculo es malo o las expectativas de la persona eran inalcanzables?
La práctica del mindfulness es una experiencia de tipo personal, única e intransferible. No puedo transferir la experiencia del sujeto A y trasplantarla como si fuera un órgano en el sujeto B. Además la practica del mindfulness posee algunas características muy particulares como las vivencias que genera, el fortalecimiento de los circuitos de abajo-arriba (botom-up), la intuición, la sensibilidad, la apertura, compasión y muchas mas que son muy personales y diferentes en cada individuo y grupo.
En definitiva, el mindfulness depende de usted, es decir, de su decisión voluntaria de enfrentar el desafío de salir del piloto automático, de salir del camino de lo aprendido para desaprender parte de lo ya aprendido, de emprender un viaje único, personal, social y transpersonal, de seguir la senda de la empatía, el perdón, la aceptación, la compasión y benevolencia. Todos estos rasgos, tomados como estilo de vida, la cambiaran completamente, de una forma que usted y solo usted puede decidir.
Dígale NO al ego, a la mente, a la ansiedad, a la tristeza, la angustia, al apego, a la ira, la desconfianza… dígale basta al sufrimiento, solo usted puede hacerlo, nadie lo puede hacer por usted.
Dígale NO al sufrimiento y SI al Mindfulness. Encuéntrese a usted mismo en el momento presente, ahora mismo, porque si no esta bien y sigue oponiendo resistencia, no va a poder salir fácilmente del circulo vicioso del sufrimiento. Dese esta oportunidad, no se va a arrepentir.
Gracias.