Los pensamientos, sensaciones, emociones y conductas son los detonantes de bajones en nuestro estado de animo que son inherentes a ser seres humanos. Pero en muchos de nosotros como sociedad, estos detonantes se vuelven exagerados, se hipertrofian y se vuelven patrones, es decir, formas habituales de pensar, sentir, reaccionar… formas automáticas. (E. Goldsmith). Esto trear muchas consecuencias. estas consecuencias generan un sentimiento de tristeza, desánimo, ansiedad, angustia, culpa, miedos, etc, que se profundizan en la caida del ánimo y pueden llegar a ser verdaderos estados depresivos de diferente grado. Es importante saber que a veces situaciones externas disparan alguno o varios de estos cuatro componentes y eso retroalimenta a todos entre sí, generalmente. Pero en otras oportunidades son disparados por pensamientos incoscientes negativos (PNI) que alimentan este bucle de retroalimentación automática. Por ello es importante, y ayudandose con el mindfulness y la terapia personal, el buscar e identificar nuestros propios detonantes para asi conocerlos y poder parar los efectos que ellos en potencia pueden causar. Busca tus propios detonantes personales. Medita. Seguro que algunos vas a encontrar. Llevalos a tu terapia personal. Tratalos. Apoyate en tu terapeuta para su identificación y consecuencias.
Paremos de estar mal sin saber porque. paremos la insatisfacción que muchas veces nos inunda, la culpa, la indecisión, la falta de comunicación, la indiferencia, la negación, la procastinación y rumiación… ¿Como te das cuenta cuando estas padeciendo de un desequilibrio de tu estado anímico? Como dice Danny Penman y Mark Williams: «¿Recuerdas la ultima vez que estuviste tumbado en la cama, peleando con tus propios pensamientos? Deseabas que tu mente se calmara. Se callase, para poder dormir. Te obligabas a no pensar y no lo conseguías. Te decías que no te preocupases, pero descubrias innumerables razones para preocuparse. Y no lo lograbas….» Solo tu mismo puedes y debes darte cuenta si estas mal de animo y si estas como dicen «pasado de vueltas», «quemado», o como lo quieras llamar.
«La depresión es fuente de sufrimiento. Es el espectro nocturno que nos roba la alegría, la mente inquieta que nos impide conciliar el sueño. Es un demonio que sale a plena luz del día y al que sólo nosotros podemos ver, esa oscuridad sólo visible para nosotros. – En los primeros estadios en los que el estado de ánimo empieza a caer en una espiral descendente, lo que produce el sufrimiento no es el estado de ánimo en sí, sino nuestra reacción ante él. Los esfuerzos que realizamos habitualmente para salir de este estado de ánimo, lejos de liberarnos, nos mantienen atrapados en el dolor del que estamos intentando escapar.» (M. Williams, S. Zendal, J. Teasdale, J. Kabat-Zinn)
Por eso… detente, para ahora mismo, cuando estas leyendo estas líneas… espera por un segundo. Prestate atención a tí mismo y compara si te pasa todo esto o parte de ello. Liberate por favor del sufrimiento. Solo tu eres capaz de hacerlo, nadie puede hacerlo por ti.